¿Por qué nos cuesta tanto decidir?
La siguiente foto nos servirá para comprender algunos factores que hay que tener en cuenta a la hora de decidir:
Palabras clave: motivación, curiosidad, actitud y emoción
Por
un lado, debemos valorar si la decisión a la que nos enfrentamos nos
motiva lo suficiente y/o nos suscita curiosidad, pues si no es así, no
funcionará.
La actitud positiva o negativa con la que nos
enfrentamos a la decisión también cuenta, ya que ésta variará en función
de nuestra experiencia anterior.
Por ejemplo: si se trata de una oferta
de trabajo de camarera y tenemos una experiencia anterior negativa de
ese trabajo, nuestra actitud no será la adecuada, por tanto deberemos
revisar esa experiencia negativa para poder avanzar en el futuro y poder
cambiar nuestra actitud negativa a una actitud positiva.
Si hemos tenido un mal día es mejor no tomar decisiones importantes.
Por
otro lado, retomando las emociones y según la teoría del marcador
somático de Antonio Damasio (1995) si al imaginarnos en situación nos
ponemos tristes o nos evocan emociones negativas, sabremos que no
debemos tomar esa decisión.
Si bien nos ocurre lo contrario, es decir,
al imaginarnos en situación nos sentimos alegres o contentos ésa es la
muestra de que es una decisión acertada.
Hay decisiones que pueden arruinarnos la vida y en cambio hay otras que nos llevan por el camino de la plenitud.
Ánimo valientes!!!
Àngels
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